El 12 de enero, Netflix lanzó otro estreno de los viernes: la película sobre un robo con el título conciso “Zlít” del director F. Gary Gray. El estreno en cines estaba originalmente planeado para agosto del año pasado, pero tuvo que posponerse debido a las huelgas en Hollywood. En esta reseña, explicamos por qué es posible que ya hayas visto esta película, incluso si aún no la has visto, y por qué eso no impide obtener la dosis necesaria de “placer culpable”.
Título: “Zlít” / “Lift”
Género: película de robo
Director: F. Gary Gray
Reparto: Kevin Hart, Gugu Mbatha-Raw, Vincent D’Onofrio, Ursula Cabrero, Billy Magnussen, Burn Gorman, Jacob Batalon, Sam Worthington, Jean Reno
Estreno: Netflix
Año de lanzamiento: 2024
IMDb: 5.4
Cyrus Whitaker es un ladrón profesional que lidera un equipo de expertos diversos y se especializa en robar obras de arte auténticas. Su antigua novia Abby, una agente de Interpol, intenta llevarlo tras las rejas, pero recibe una orden inesperada de su estricto jefe. Este la obliga a reclutar a Cyrus y a sus amigos para robar 500 millones de dólares en oro pertenecientes al multimillonario Lars Jorgenson. Este último planea pagar esa suma a piratas informáticos para enriquecerse, pero su malévolo plan implica la muerte de muchas personas inocentes.
A cambio de los servicios de los ladrones, Abby ofrece inmunidad por sus anteriores travesuras. Sin embargo, su tarea se complica porque el oro se transportará en un avión de pasajeros, lo que eleva este robo ya complicado a una altitud de 12,000 metros, en algún lugar entre las despreocupadas nubes europeas entre Londres y Zúrich.
Después de leer el resumen del argumento, podrían surgir al menos dos preguntas previsibles. ¿Es realmente tan absurdo como parece en el papel? ¿Y no te recuerda a la trama de otras películas, especialmente a una franquicia muy conocida? Pista: hay muchos tipos peludos y musculosos (al menos cuatro), escenas de acción increíbles y discursos sobre la familia. Y sí, esas eran preguntas retóricas.
“Zlít” presenta otra historia sobre una destacada banda de ladrones al estilo de la famosa trilogía de Steven Soderbergh. Pero en lugar de la elegancia de Soderbergh, el espectador obtiene una caza de última hora, tanto absurda en lo que sucede en pantalla como irreal en lo representado.
Incluso si es sorprendente, estos factores no impiden que el espectador obtenga su dosis de “placer prohibido” de este espectáculo francamente sin pretensiones.
El director Felix Gary Gray previamente participó en la dirección de la octava entrega de “Rápido y Furioso”, que recaudó más de mil millones de dólares en todo el mundo, y el estilo de adrenalina de esa última película se nota claramente aquí. Sin embargo, no al nivel de las aventuras en la octava entrega, sino más bien en el estilo de la quinta y sexta entrega. Si recordamos, la quinta también trataba sobre un robo aparentemente ingenioso (aquí incluso habrá un giro idéntico), y en la sexta, la motivación también se basaba en la amnistía para los afectados. No es necesario recordar las acrobacias aéreas, pero lo más importante es que todo esto todavía se ve bastante fascinante.
Pero “Rápido y Furioso” no es el único trasfondo creativo rico del director. Es más importante mencionar que hace 20 años dirigió “The Italian Job”, que, junto con “Ocean’s”, fue un exitoso remake de una película bastante olvidada de los años 60. Obviamente, esa experiencia está ayudando a F. Gary Gray ahora. Por lo tanto, incluso un material tan débil como “Zlít”, cuya trama imita “The Italian Job” y comienza en Venecia, puede verse con simpatía.
Se logra un resultado aceptable mediante una dinámica bastante buena, ya que durante la visualización seguramente no te aburrirás.
La impresión se mejora con un elenco agradable de actores que actúan bien, y en este caso, incluso es algo bueno, ya que no hay necesidad de distraerse con conflictos pseudo dramáticos. Jean Reno parece haber venido al set solo a tomar café. Vincent D’Onofrio ya está en su segundo proyecto en una semana. Kevin Hart, acostumbrado a interpretar papeles tontos, esta vez prescinde de sus característicos alardes.
Otro factor que influyó en la percepción de la película fue que los proyectos anteriores de Netflix, ruidosos hasta ahora, tenían grandes ambiciones y una expresión facial general tensa. Por ejemplo, el último Zack Snyder se atrevió a tocar la famosa franquicia “Star Wars” y recibió críticas negativas tanto de críticos como del público. Otro blockbuster como “Mission: Stone” se presentaba como algo al estilo de “Mission: Impossible”, pero fue destruido por el público (y también por nosotros), por lo que ahora tales comparaciones suenan ridículas.
El ligero “Zlít” de ninguna manera reclama el estatus de un “nuevo Danny Ocean”, por lo que no se convierte en víctima de expectativas sobrevaloradas. Antes de verlo, el espectador puede imaginarse qué tipo de película le espera. Y resulta ser lo suficientemente fascinante y entretenida como para no lamentar el tiempo invertido.
Conclusión:
“Zlít” es cien por ciento un placer rápido del cine, y la paradoja radica en que incluso de un producto así existe un beneficio innegable.